Que esta Cuaresma decidamos ayunar de las actitudes hostiles hacia los demás
Queridas hermanas y hermanos en Cristo,
El inicio del tiempo de Cuaresma nos trae muchas imágenes y tradiciones. Las más importantes entre ellas son las prácticas de orar, ayunar y dar limosna. En la lectura del Evangelio del Miércoles de Ceniza, escuchamos a Jesús amonestarnos: “cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta…cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta…cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste”.
Estaría bien recordar que la palabra “cuaresma” significa “primavera” y que el tiempo de Cuaresma generalmente es paralela al final del invierno y la promesa de una nueva vida tan abundante en primavera. Asimismo, en nuestra tradición católica vemos una conexión entre este tiempo santo y el Sacramento de la Reconciliación. A menudo las parroquias se esforzarán por programar oportunidades adicionales para celebrar este sacramento. Para aquellos que hayan descubierto que ha pasado mucho tiempo desde que confesaron sus pecados, los 40 días de Cuaresma se nos presentan como una invitación a venir a esta fuente de gracia, a hacer borrón y cuenta nueva, a celebrar la misericordia de Dios.
Deseo proponer un tipo particular de reconciliación, que puede incluir o no la reconciliación sacramental. En los últimos años, escucho a más y más personas hablar de enojo o alienación de familiares, amigos, compañeros de trabajo y colegas. Muy a menudo esto ha surgido por diferencias sobre la política y las elecciones recientes o las actitudes sobre la pandemia y las preguntas sobre vacunas, mascarillas y mandatos. Parece que se ha perdido la capacidad de estar en desacuerdo de forma educada y respetuosa. Supongo que esto no es totalmente nuevo. Se ha dicho que donde dos o tres se reúnen, allí está Dios; pero también es probable que haya un intenso desacuerdo.
¿Su familia o círculo de amigos se ha visto perjudicado por tales desacuerdos? ¿Está dispuesto usted a aceptar como proyecto de Cuaresma la reconciliación con aquellos con quienes no está de acuerdo? Sin ganadores. Sin perdedores. Solo paz familiar y amabilidad. Sólo un dejar al lado las tensiones.
Nuestra inclinación a alienarnos por estos asuntos se ve agravada por las redes sociales, donde con demasiada frecuencia se ha abandonado la tolerancia por los insultos y la intimidación. Seguramente no ayuda que la mayoría de nosotros obtengamos nuestras noticias hoy de fuentes altamente partidistas. Los partidos políticos deben compartir la culpa cuando ridiculizan cualquier noción de compromiso o incluso de diálogo.
Pero como dijo Jesús cuando escuchó a los apóstoles discutiendo sobre quién sería el primero en el Reino de Dios, “no puede ser así con ustedes”.
Esta Cuaresma podríamos decidir orar mejor y más a menudo, profundizar un poco más en compartir lo que tenemos con los que tienen poco, y tal vez podamos ayunar de las hostilidades con familiares y amigos.
Atentamente en Cristo,
Obispo William F. Medley
Diócesis de Owensboro
Originalmente publicado en la edición de marzo de 2022 del Católico de Kentucky Occidental.